El cultivo del tomate es uno de los más populares, tanto en huertos como en grandes explotaciones. Una de las razones de su éxito es que el tomate que encontramos en los mercados ha ido perdiendo lustre: ni saben tan frescos y ricos como deberían, ni tienen el color y la forma propia de un tomate natural.
En Feroen vamos a contarte cómo cultivar tomates de forma sencilla y práctica.
Conoce la variedad
A la hora de cultivar tomates es imprescindible que sepas si son determinados o indeterminados. El tomate determinado se suele cultivar en maceta, su crecimiento es limitado, y son compactos. De estos es importante que sepas que maduran en espacios cortos de tiempo, de dos semanas aproximadamente.
Por otro lado el tomate indeterminado tiene un crecimiento ilimitado en forma de enredadera, y esta variedad nos ofrecerá tomates hasta el invierno. Estos requieren poda y entutorado, por lo que son más complejos de mantener.
Escoge bien el sitio
Si quieres cultivar tomates necesitarás un espacio donde reciba muchas horas de sol, por eso suele ser zonas donde las tierras y temperaturas sean optimas para su cultivo. Esta exposición les ayuda a prevenir enfermedades como el tizón.
Separa las tomateras
Este cultivo necesita unos 30 cm aproximadamente de profundidad y de anchura para crecer libremente, ya que si está junto a otra tomatera pueden tener problemas de desarrollo.

Abona y cuida el suelo
Los tomates necesitan una gran cantidad de nutrientes para desarrollarse de forma sana y óptima. A la hora de cultivar tomates es imprescindible que cuides el suelo añadiendo compost y abonando cada tres semanas aproximadamente.
Ten en cuenta que pueden experimentar carencias de calcio y hierro. Si les falta calcio podemos ver que la planta se enrolla y si falta hierro va perdiendo color y tornándose amarilla. En Feroen tenemos productos como Lenum Hierro 7 cuyo objetivo es corregir estos desequilibrios, también podemos encontrar el Lenadix Ca 12 para corregir las carencias de calcio.
Mucha atención al riego
El tomate ha de regarse diariamente, algo que podemos hacer con un sistema de goteo. Pero debemos ser cuidadosos y evitar dos cosas: que se mojen sus hojas, algo que podría derivar en la aparición de hongos, y que se encharque.
Plagas y hongos
Cultivar tomates tiene algunos riesgos, y como todo cultivo, los agentes externos pueden echar a perder nuestros esfuerzos. Los enemigos del tomate son la araña blanca, el gusano del tomate, el pulgón, y la mosca blanca. Además el tomate no está exento de sufrir el mildiu, una proliferación de hongos que puede acabar con nuestra cosecha. Sin embargo los aerosoles pueden ser perjudiciales, por lo que es vital que busques consejo especializado para saber cómo tratar cada plaga.
Fertiliza de forma estratégica
Hay muchos tipos de fertilizante y cada uno tiene unos porcentajes distintos de nutrientes y componentes. Cuando vamos a cultivar tomates debemos seguir un plan establecido de fertilización, ya que el exceso de algunos componentes como el nitrógeno puede dañar nuestras plantas. Desde de Feroen te ayudamos a preparar el mejor plan de abonado para este cultivo, teniendo productos diferenciales a la hora de su nutrición y cuajado como el Lenum Pistarox.
Como conclusión cultivar tomates puede parecer sencillo pero aun así requiere de ciertos conocimientos. En Feroen somos expertos en la nutrición y el cuidado de cultivos, si tienes dudas sobre cómo cultivar tomates, no dudes en contactar con nosotros aquí.